El 30 de agosto, Felix Meritis acogió Troshi Mangona – The Golden Yellow Flesh. Entre música, cine y performance, Marcus Elizabeth transformó la Shaffyzaal con una instalación que fusionó perfume con artefactos, un encuentro de aroma, diseño y memoria.
Dos días de creación
La instalación requirió dos días de preparación. Las mesas fueron cubiertas con telas personalizadas impresas con el patrón anagrama de Marcus Elizabeth, creando un ritmo de símbolos que resonaba con la identidad de la casa. Suspendidos arriba, prendas y flores flotaban como constelaciones, mientras la luz violeta y azul envolvía la sala en un resplandor meditativo.
Un ritual compartido de memoria
Los visitantes exploraron la colección completa de perfumes, cada fragancia abriendo una puerta hacia la memoria. Sus respuestas fueron íntimas e inesperadas:
El perfume de una madre, recordado como un abrazo.
El calor de Aruba, el hogar recordado a través del aroma.
La infancia, vívida y cercana.
Lo que comenzó como una presentación evolucionó hacia un diálogo silencioso entre fragancia y sentimiento, un ritual compartido de memoria y descubrimiento.
Compartiendo la visión de la casa
Junto a los perfumes, la instalación presentó la colección Marcus Elizabeth Artifacts, que incluye ropa, bolsos y joyas. Por primera vez, se revelaron dos piezas nuevas: un collar de perlas naturales y una pulsera de perlas naturales. Exhibidos con la colección actual, estos artefactos marcaron una expansión de la visión de la casa, objetos moldeados para el ritual, diseñados con intención y elaborados para perdurar.
Vivir con intención
Marcus Elizabeth es más que una casa de perfumes. Es una invitación a vivir con intención, a entrelazar aroma, artesanía e historia en la vida diaria. En Felix Meritis, esa filosofía cobró vida en una sala donde la fragancia se encontró con la tela, donde las joyas captaban la luz, y donde el paño anagrama lo anclaba todo, una firma silenciosa pero poderosa de identidad.